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¿Cómo liberarse de un mal que está oculto?

En algunas ocasiones las personas encuentran elementos extraños en casa y en sus trabajos, sin embargo, los ignoran pensando que es solo es aceite, sal o un animal muerto sin imaginar que han sido ritualizados para destruir su vida.

Pueden incluso sentir que algo no anda bien, o que de la noche a la mañana todo les sale mal y no encuentran una explicación, pero lo que no saben es que hay fuerzas espirituales ocultas trabajando para acabar con su tranquilidad. Así ocurrió con Araceli Cortés, quien lidiaba con varios tormentos, pues durante su vida fue maldecida y pagó caro las consecuencias de ello.:

«Tenía problemas desde la niñez. Mi mamá me maldijo, me aseguró que yo nunca sería feliz y, como yo no tenía la protección adecuada, eso se volvió realidad. Al crecer, sufrí golpes e infidelidad por parte de mi esposo. Además, percibía que la gente me veía con coraje y envidia. El problema creció, pues llegaba a la casa, encontraba huevos tirados y hasta tierra negra en forma de una cruz grande. Nuestra vida reflejaba una completa infelicidad, pues el matrimonio estaba destruido, no teníamos dinero y durante 38 años vivimos rentando; era un completo infierno», relató. Debido al odio acumulado, Araceli quiso matar a su esposo. «Además de querer su muerte, también traté de matarme junto con mis hijos, pero al final me arrepentí. Y los males solo aumentaban: me detectaron cáncer de páncreas y mi esposo se tiró al vicio del alcohol», agregó. Al acudir al especialista, no le daban esperanzas, «le dieron la noticia a mi marido, diciéndole que mejor fuera a ver lo de mi funeral, porque yo no iba a sobrevivir a la enfermedad». Ella no era libre, vivía como esclava de la maldición y de la envidia. Y es que cuando una persona no cuenta con la protección divina, está expuesta a que mal haga lo que mejor sabe hacer: destruir. En cambio, la Biblia nos muestra que, si Dios está de nuestro lado, no importa cuán grande sea el mal que nos hagan. «Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba con él, y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría…» (Hechos 7:9-10). «Mi libertad empezó cuando, en medio a mi sufrimiento, hallé un periódico de la Universal; yo quería eso: parar de sufrir. Tomé un taxi hasta ese lugar; ahí oraron por mí y me propusieron acudir a las reuniones para conocer de la Palabra y usar mi fe para mi restauración. Fue un proceso, pero nunca dudé. Me mantuve luchando hasta que, al ir con el especialista y realizarme estudios, ¡determinó que yo estaba sanada! Recuerdo que él estaba sorprendido, pues me vio casi muriendo en la cama de hospital. Y así como luché por mi salud, también lo hice por la libertad de mi familia y de mi economía, que estaban en las garras del mal. Hoy, por mi fe, tengo una familia reconstruida y conquisté mi propia casa. Todavía hay gente que me tiene envidias, pero cuando el mal salió de mí, el Espíritu Santo habitó en mi interior. Con Él estoy segura», finalizó. 7 Viernes del Pan de la Revelación La Palabra de Dios revela que «todo lo que está escondido tarde o temprano se descubrirá y todo secreto saldrá a la luz.» (Marcos 4:22). Por ello, te invitamos a participar en la reunión de Viernes de Liberación Espiritual, en donde, la raíz de aquellos problemas que estás enfrentando saldrán a la luz para que, a través de tú fe en el Dios Vivo, sean arrancados de tu vida. Usted también puedes dejar atrás los tormentos. Le esperamos este viernes 6 de octubre para que, a través de su fe, tanto usted como su familia sean libres de toda obra del mal. Acuda con toda su familia a la Universal más cercana.

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