Estar delgado no es sinónimo de salud

A pesar de dicha condición física, es posible tener altos niveles de triglicéridos

Estar delgado no es sinónimo de estar saludable. A pesar de dicha condición física, es posible tener altos niveles de triglicéridos.

«Se sabe que un infarto ocurre cuando una placa de calcio y sarro cierra el paso de la circulación sanguínea en alguna arteria importante del corazón, pero esa placa es el resultado de los altos niveles de colesterol malo en nuestro organismo, además de ser el causante de la obesidad.», informa la revista digital Mas Salud.

Por ello, es importante iniciar una dieta baja en grasas saturadas, consumir más grasas buenas y naturales, baja en sal y azúcares. El consumo de carnes debe ser bajo y el de verduras, semillas y leguminosas, alto.

Un error común es usar el aceite de oliva para cocinar a altas temperaturas, ya que esta acción elimina las características protectoras para el corazón. Por lo que Álvaro Contreras Villaseñor, especialista en cardiología, recomienda otros aceites saludables que soporten altas temperaturas, un ejemplo es el aceite de pepita de uva.

Los embutidos, los refrescos y la comida procesada tampoco son benéficos por el alto contenido de grasas, azúcares y sales, sobre todo porque sus conservadores son cancerígenos.

Por lo tanto, no está de más realizarte estudios preventivos y empezar a cuidar tu salud antes de que sea demasiado tarde.

Reunión de Sanidad

Además de los cuidados físicos, no olvides incluir el apoyo espiritual. Quizá has sido desahuciado, te dijeron que para tu caso ya no hay solución y solo tienes que esperar a que la situación empeore o llegue a un punto final.

Sin embargo, para la fe no hay imposibles, solo si crees de verdad. Por eso, no faltes los martes a la Reunión de Sanidad. Semanalmente, se realizan oraciones a favor de tu salud, así que no te pierdas esta oportunidad.

Te esperamos en la dirección de la Universal más cercana a tu hogar.

(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este medio, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.